Amaranto, también conocido como huautli, es un pseudocereal con alto valor nutricional que posee propiedades y beneficios extraordinarios para la salud.
He querido acercarte este pseudocereal para que conozcas lo más importante del amaranto: su valor nutricional, beneficios y propiedades más destacables y cómo usar el amaranto en la cocina: recetas de cocina con amaranto.
A diferencia de cereales como la espelta, el trigo kamut y la cebada, al no poseer gluten es totalmente apto para celiacos o personas que quieran eliminar o reducir el consumo de alimentos con gluten.
El amaranto, al igual que la quinoa o quinua y el trigo sarraceno o alforfón, es un alimento sin gluten y con un excelente contenido en nutrientes, por lo tanto, es beneficioso para cuidarnos durante todas las etapas de nuestra vida.
El amaranto se cultiva en América desde hace miles de años. Incas, Aztecas y Mayas lo cultivaban y consumían como base de su dieta, incluso éstos últimos la consideraban una planta sagrada.
La planta del amaranto es bastante alta, tiene unas flores muy coloridas y vistosas y sus hojas son anchas y grandes. Del amaranto se aprovechan tanto las semillas como las hojas.
¿Qué nutrientes tiene el amaranto?
El valor nutricional del amaranto es bastante interesante. Por cada 100 gramos de amaranto estamos obteniendo:
65 gramos de carbohidratos
14 gramos de proteína vegetal completa y de buen valor biológico (con 9 aminoácidos esenciales)
7 gramos de grasa (que incluye saturada, monoinsaturada y poliinsaturada)
7 gramos de fibra
Tiene vitaminas colina, betaína, C, E, B5, B3, B6, B1, carotenos (vitamina A), folatos o ácido fólico (B9), luteína y zeaxantina.
El amaranto es fuente de minerales como fósforo, potasio, magnesio, calcio, hierro, manganeso, zinc, cobre y selenio.
Por cada 100 gramos las semillas de amaranto aportan 370 kcalorías.
Amaranto, propiedades nutricionales y medicinales
Las hojas contienen Vitaminas A, B1, B2, B3 y C, minerales como el calcio, el magnesio, el fósforo y el hierro, y fibra que ayuda a prevenir el estreñimiento y enfermedades del intestino grueso. Son una excelente fuente de antioxidantes.
La semilla del amaranto posee mayor concentración de proteínas vegetales que las semillas de los cereales, ya que, posee 9 aminoácidos esenciales.
También son ricas en grasas beneficiosas y en sustancias con gran poder anticancerígeno (como el beta-sitosterol, el escualeno y la lunasin).
El amaranto puede ser un alimento recomendado en dietas para adelgazar debido a su contenido en fibra, proteína y grasas beneficiosas que nos mantienen saciados más tiempo. Importante para las personas que quieren perder peso.
Tanto las hojas como los granos tienen efecto diurético.
El amaranto es un remedio natural para contribuir a regular la hipertensión
Los fitoesteroles protegen ante las enfermedades cardiovasculares.
Estas semillas regulan los niveles de azúcar en sangre gracias al contenido en fibra que poseen.
Contienen ácido fólico o B9, una vittamina cuyo consumo se debe incrementar durante el embarazo y la lactancia para prevenir problemas en el desarrollo del bebé.
Es un remedio efectivo contra la diarrea
Mejora las digestiones, de hecho, estas semillas son muy útiles para personas con problemas de estómago y digestivos.
El amaranto es rico en colina, una vitamina del grupo B cuya carencia está asociada a mayor riesgo de padecer enfermedades como el cáncer, de tipo cognitivo y del sistema nervioso central. Además esta vitamina tiene acción antiinflamatoria y hepatoprotectora, es decir, que ayuda a mantener nuestro hígado sano.
Contribuye a prevenir dolencias de la vista debido a componenetes como la luteína y zeaxantina.
Las semillas de amaranto son una fuente de energía saludable.
Fuente: ecoagricultor